Al menos 6.455 personas han muerto por los ataques de la coalición internacional, liderada por EE. UU., contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria desde su inicio, el 23 de septiembre de 2014, según las cifras publicadas por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Los bombardeos han causado también cientos de heridos, la mayoría seguidores del EI en distintas provincias sirias. El Observatorio precisó que entre los fallecidos hay al menos 700 civiles, de los que 169 eran menores de edad y 106 mujeres.

El EI ha sufrido al menos 5.506 bajas, la mayoría de milicianos extranjeros y entre las que figuran algunos de sus dirigentes como Abu Omar al Shishani, Abu al Hiya al Tunisi, Abu Osama al Iraqui y Omar al Rafidan.

Además, hay un responsable del grupo extremista que falleció junto a su esposa y sus cuatro hijos por un bombardeo en Dabiq, en el norte de la provincia de Alepo (norte).  La coalición no solo ha tenido como blanco posiciones del EI, sino también del Frente al Nusra (actualmente Frente de la Conquista del Levante y exfilial siria de Al Qaeda), que ha perdido a 141 de sus combatientes.

Tragedia
Asimismo, el martes en la noche, el Pentágono aseguró que había matado al egipcio Abu al Farach al Masri, un alto mando de Al Qaeda en Siria, durante un ataque aéreo lanzado el 18 de noviembre cerca del pueblo de Sarmada, en la provincia noroccidental de Idleb.

El recuento del Observatorio también incluye a 10 milicianos del radical Ejército de la Suna que perecieron por un ataque contra su base en Atme, también en Idleb. Asimismo, un rebelde de un grupo islámico perdió la vida por un bombardeo contra una base del EI donde estaba retenido en la localidad de Maadan, en la provincia nororiental de Al Raqa.