El líder cubano Fidel Castro fue enterrado ayer en un cementerio en Santiago de Cuba, en una ceremonia «sobria» y a la que no tuvo acceso la prensa, según indicó Segolene Royal, ministra de Ecología de Francia, que fue una de las invitadas extranjeras.

«No hubo discurso, fue muy sobrio, sólo las cenizas fueron enterradas ante la familia, miembros del gobierno y funcionarios», dijo Royal al describir la ceremonia en el cementerio Santa Ifigenia.

Aunque las autoridades no revelaron muchos detalles del entierro del líder de la Revolución cubana, se sabe que las cenizas de Castro descansan cerca de donde reposan, en ese mismo camposanto, algunos de los principales nombres de la historia de Cuba, entre ellos el prócer de la patria cubana, José Martí.

El actual presidente cubano, Raúl Castro, fue quien depositó la urna de cedro con las cenizas del héroe de la Sierra Maestra en el interior de una roca que, según, fue traída de ese mismo enclave montañoso desde el que el ejército de barbudos protagonizó su lucha guerrillera. Estaba previsto que a la ceremonia asistieran los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; y Bolivia, Evo Morales.

Caravana
La caravana con las cenizas de Castro partió a las 6.40 hora local (11.40 GMT) del Parque de la Revolución de Santiago de Cuba hacia el cementerio de Santa Ifigenia.
El cortejo fúnebre fue presidido por los generales de Cuerpo de Ejército, entre ellos el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Leopoldo Cintra Frías, y los viceministros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Ramón Espinosa Martín y Joaquín Quintas Solá, agrega la información publicada por el diario cubano. El sepelio inició a las siete de la mañana, sin acceso al público ni a la prensa.