En Vargas, los centros de salud privados no han podido adquirir el inventario suficiente para mantener la operatividad durante los meses de diciembre y enero, período en el cual los laboratorios disfrutan vacaciones colectivas. “Este año no pudimos adquirir el inventario debido a los elevados precios que tienen los proveedores de 15 días para acá por el alza del dólar paralelo”, reveló el administrador de una clínica ubicada al este de la región. Aseguró que desde octubre hasta la fecha, los insumos han aumentado más de diez veces, teniendo una modificación del precio de más del 3.500 %. “Eso nos asfixia y nos pone contra la pared, porque no podemos seguir trabajando. Nos estamos viendo obligados a atender exclusivamente las emergencias, y cerrar algunos servicios hasta que la situación mejore”. AGENCIAS