Dos años, es justo el tiempo que vecinos de la calle Ricaurte, en el casco central de Puerto La Cruz, llevan conviviendo con un hueco, que además, tiene un bote de aguas blancas.
Unos metros más atrás, hay otro que presenta las mismas características, pero es de data más reciente. Solo lleva dos semanas y el deterioro del asfalto es muy evidente.
Es una de esas calles del casco central porteño a la que la llamada «Fiesta del Asfalto» no ha llegado».
Al menos esto lo asegura el comerciante Rafael Salazar, quien señaló que uno de los derrames señalado está desde hace dos años.
«Se empezó a romper de a poco y ahora eso alcanzó una tubería de agua. Es un brote permanente el que tenemos ahí», dijo.
Mencionó que el programa gubernamental de asfaltado pasó más bien, cerca de la calle Ricaurte. La Simón Rodríguez se vio beneficiada por el cambio de capas de pavimento.
El otro bote de hace dos semanas lo notaron otros vecinos.
Nicolás Alfonzo, quien vive cerca de allí, dijo que el bote de agua logró que el asfalto se deteriorara en poco tiempo.
«El agua ha hecho que esa capa se vaya perdiendo rápido. Necesitamos que se asfalte esto, o bien que arreglen el bote que es lo que ha ocasionado esto».
Mencionó que otros vecinos han llamado a Hidrocaribe, pero no han sido atendidos hasta los momentos.

Otros
Nueva Prensa de Oriente recorrió otras zonas de Puerto La Cruz en busca de calles en mal estado.
Hay algunas de ellas que se han pavimentado en meses recientes, como una de las vías principales de Chuparín, otras, como la entrada al sector Guanire no presentan su mejor cara.
Hasta basura regada se ha podido encontrar allí.
En la avenida Municipal, cerca del Central Madeirense, una tubería rota está siendo arreglada por Hidrocaribe, aunque ayer domingo los obreros dejaron el hueco abierto y con señales de advertencia para los conductores que transiten esa vía.
Se espera que para hoy retomen los trabajos para sellar el hueco y colocar una nueva capa de asfalto.
Justo en esa zona mencionada, una tubería se ha roto varias veces y la misma fue atendida por la hidrológica porteña.
En el sector Venecia, la vía presenta varios huecos, los cuales no se rellenan adecuadamente.
Hay ciertos conflictos en esa área, pues convergen los municipios Sotillo, Urbaneja y Bolívar, por lo que es difícil establecer las competencias para solucionar.