El sujeto que resultó muerto durante el secuestro de una docente en Pariaguán, el pasado 24 de febrero, no era colombiano, sino nativo de San Cristóbal en el estado Táchira.
Y es que Anderson Estiven Contreras Silva de 23 años de edad, quien murió durante una situación de rehenes que se prolongó por más de seis horas en el sector Pinto Salinas de Pariaguán, era oriundo de San Cristobal y había viajado al oriente del país a trabajar como latonero.
Su madre, quien se identificó como Alba Mendoza, dijo que su muchacho no tenía familia en la zona, desde hace algunos meses se había venido a trabajar como latonero y desconocía que andaba en malos pasos.
En cuanto a los rumores sobre la causa de la muerte de su hijo, desmintió totalmente que se tratara de un infarto o una sobredosis, ya que su hijo tenía un tiro en la pierna derecha a la altura del femoral, que le causó un derrame interno, causándole la muerte.
Al parecer, por no notar rastros de sangre, los efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, subdelegación El Tigre, que levantaron el cadáver, no se percataron de la herida, sin embargo al transcurrir las investigaciones determinaron que la causa de muerte fue por la herida de bala.
La mujer, hace las diligencias necesarias, para trasladar el cadáver hasta el estado Táchira.
Vale recordar, que el muchacho habitaba con otro sujeto en el sector Humberto Simonovis de Guanipa y eran conocidos como “Los Colombianos”.

 

Y. JIMÉNEZ