Existen múltiples razones por las que el té verde se ha posicionado como uno de los brebajes más importantes para consumir diariamente. Se trata de una bebida rica en antioxidantes y nutrientes que benefician de múltiples formas al organismo, siendo un gran apoyo para fortalecer las defensas y prevenir enfermedades que las atacan, como el lupus, psoriasis, anemia, diabetes juvenil, vitilígo, artritis, alergias, entre otros.
Este té tiene una gran capacidad para estimular la inmunidad, algo que es clave en la prevención y el combate de muchas enfermedades, sobre todo de aquellas que son infectocontagiosas.
Según un estudio realizado hace tiempo atrás en el Linus Pauling Institute de la Oregon State University (Estados Unidos), las Epigalocatequin Galato (EGCG), una de las sustancias antioxidantes de la infusión, tendría la capacidad de estimular la formación de células T. Estas últimas son fundamentales para estimular la inmunidad y hasta para prevenir el cáncer, de acuerdo a lo expuesto por dicha investigación.
En el citado estudio, los roedores que recibieron el estímulo de las EGCG en su alimentación, consiguieron elevar notablemente el desarrollo de estas células T, que juegan un rol clave en el sistema inmune.

Reducir medidas
Por otro lado, en la actualidad la importancia del té verde también está enfocada en la reducción de tallas. Se sabe que esta bebida es un gran apoyo para bajar de peso.
Dichas propiedades están relacionadas con que acelera el metabolismo, ayudando a quemar el exceso de grasas en el cuerpo de una manera más rápida, por eso es uno de los brebajes que más consumen las personas que llevan un entrenamiento físico riguroso.
Igualmente, este té depura el organismo. Las catequinas EGCG tienen el poder de aumentar los niveles de hormonas como la norepinefrina. Esta es la encargada de indicarle a las células del hígado, que descompongan la grasa. Este proceso provoca la liberación de partículas en el torrente sanguíneo y la transforman en energía.

Producción
Para nadie es un secreto que los asiáticos son una de las primeras poblaciones a nivel mundial en consumir el té verde. Esto no solo se debe a su cultura, sino que son los líderes en la producción de esta planta, sobre todo China, Japón y Vietnam.
Este té, llamado científicamente Camellia Sinensis es aquel que no ha sufrido una oxidación durante su procesado, a diferencia del té negro, ya que las hojas se recogen frescas y después de someterse a la torrefacción, se prensan, enrollan, trituran y finalmente se secan.
El verde supone entre una cuarta y una quinta parte del total de té producido mundialmente, y fue descubierto en la República China en los tiempos antes de Cristo.

 

Redacción.