El yerno de Donald Trump, Jared Kushner, ha sido llamado a testificar ante el Senado de EEUU por sus vínculos con Rusia, según ha adelantado el diario estadounidense ‘The New York Times’. Kushner, que es la persona más influyente en la Casa Blanca de Trump, ha ocultado que se reunió con el embajador ruso, Sergey Kilsyak, y con Sergey Gorlovka, el presidente del Vnesheconombank (VEB), un banco propiedad del Estado ruso que ha sido acusado de actuar como tapadera de los dos principales servicios de espionaje de ese país, el FSB y el SVR.

El VEB está sometido a sanciones en Estados Unidos a raíz de la anexión de la península de Crimea, en Ucrania, por Rusia, y la posterior intervención de Moscú en favor de los separatistas del Este de ese país en 2015.

Hasta ahora, la Casa Blanca sólo había admitido una reunión entre Kushner y Kilsyak. Fue en diciembre, en la Torre Trump de Nueva York, y en ella estuvo presente el general retirado Michael Flynn, que tuvo que dimitir de su cargo de consejero de Seguridad Nacional precisamente por sus vínculos con Moscú.

Por ahora no hay fecha para la comparecencia de Kushner. Otro colaborador de Trump que también va a prestar declaración por sus vínculos con Rusia es su ex jefe de campaña, David Manafort. Los republicanos del Senado han protegido a Trump y a su equipo bloqueando la constitución de un grupo especial que examine la conexión entre el equipo del presidente y Rusia. El FBI, sin embargo, sí está investigándolo.

La Inteligencia estadounidense ha concluido que Moscú orquestó el ‘hackeo’ a los grupos del Partido Demócrata durante la campaña y que hizo pública información robada para beneficiar a Trump. Una alegaciones que han sido denegadas por Rusia.

Al menos cuatro comités del Congreso, según Reuters, están investigando las posibles relaciones de los intentos rusos por influenciar el voto. El director del FBI, James Comey, confirmó la investigación a la agencia la semana pasada.