¿Alguna vez has tenido la sensación de no haber hecho nada productivo, a pesar de tener un plan? ¿Has tenido la impresión que las horas, días, semanas, meses pasan y no logras concretar tus planes? Inmediatamente surge la gran interrogante ¿Por qué sucedió, si yo tenía todo planificado?
¿Es posible hacer que tus planes sean todo un éxito? Claro que sí, lo primero es evitar la tentación de culpar a otras personas por lo infructuoso de tu día, no cometas ese error, no busques la salida más rápida y sencilla de culpar a otros de tu atraso en los planes, es importante no localizar culpables fuera de ti mismo, ¿Por qué? Simple, primero debes responder a estas interrogantes, de forma sincera

a) ¿Será que la lista era muy larga? Debemos estar muy claro que existe un tiempo hábil para hacer cada actividad, cabe citar al poeta y dramaturgo Johann Wolfgang Goethe, quien expresó: “La ventaja se la lleva aquel que aprovecha el momento oportuno”, es decir, procura el momento justo y hábil para realizar cada actividad, y no seas tan cruel contigo, no pretendas realizar todo en un solo momento, simplemente busca el momento oportuno y avanza.

b) ¿Será que focalicé mis energías de forma indebida? Debes dar prioridad a lo que verdaderamente es necesario ¿Y cómo se logra? Procura dividir tus tareas en tres niveles estratégicos de ejecución, dependiendo de su importancia, una forma sencilla es fragmentarla en: 1) Actividades cotidianas, aquello que debes realizar diariamente, y si no lo realizas se atrasan las demás tareas, 2) Actividades importantes, se refiere a las acciones que te van a permitir avanzar en tus planes a largo plazo, y por último 3) Las acciones urgentes, se refiere a las no planificadas que surgen de imprevistos, pero que hay que realizarlas para no estropear la planificación general.

c) ¿Tenias en tu plan qué querías, pero sabias cómo lo harías? Muchas veces estamos cargados de buenas ideas, y una larga lista de quehaceres para el día, pero son simples objetivos sin planes, es decir sabes lo que quieres ¿Pero te planificaste para lograr esos objetivos? Sé sincero en ésta respuesta y veras que comúnmente no se planifica bien,

d) ¿Estabas debidamente motivado para alcanzar tus objetivos? Puede suceder que arrancas el día como un guepardo, a 120 Kilómetros por horas, pero puede suceder, bien que te entretuviste con otra actividad y perdiste el tiempo, o bien te agotaste física y/o mentalmente, logrando como consecuencia que los objetivos no sean alcanzados en el tiempo previsto. ¿Cuál es la propuesta? Mantén un ritmo sostenible para evitar tu agotamiento, y sí por casualidad te distraes oblígate a volver a tus tareas del día, y sí no lo logras recuperar tu planificación sabrás que el culpable eres tú y solamente tú.
Recuerda crear una planificación posible, no pretendas construir un imperio en un solo día, focaliza tus energías, busca y mantén la motivación necesaria y veras cosechar tus éxitos día a día ¡Qué esperas!

 

Manuel García