Las sospechas de dopaje persiguen al deporte ruso pase lo que pase. La última acusación ha surgido en Alemania y se dirige a la selección anfitriona del Mundial. Los jugadores de Rusia habrían estado inhalando amoniaco, una sustancia no prohibida, para mejorar su rendimiento durante los partidos del Mundial, aseguró el diario Süddeutsche Zeitung de Múnich.

En un reportaje sobre métodos de mejora del rendimiento, la federación rusa admitió al periódico bávaro que, antes de entrar al campo contra España, uno de los suplentes de Cherchesov inhaló  amoniaco impregnado en una bola de algodón.

El amoniaco no es una sustancia prohibida en los reglamentos antidopaje internacional, pero proporciona beneficios físicos: estimula la respiración y mejora el flujo de oxígeno en la sangre. «La federación rusa actuó como si se tratara de algo tan común como usar champú en la ducha», escribe el Süddeutsche Zeitung.

Agencias