Al menos 31 personas fallecieron, entre ellas tres policías, y otras 32 resultaron heridas este miércoles a causa de un ataque suicida perpetrado en las proximidades de un centro de votación en la ciudad occidental paquistaní de Quetta, en medio de una importante jornada de comicios generales que celebra la nación surasiática.

La mortífera explosión se produjo durante la mañana, en el sector Khaliq Shaheed de Quetta, en la conflictiva provincia de Baluchistán, cuando un terrorista detonó la carga explosiva que llevaba consigo en contra de una furgoneta policial, la cual circulaba por las afueras del punto de sufragio, según informó el portavoz de la Policía citadina, Muhammed Ramzan. La mayoría de los muertos eran votantes.

Tanto Shahbaz Sharif, líder de la Liga Musulmana de Pakistán (Pmln), partido oficialista que acaba de culminar su periodo, y el exjugador de críquet, Imran Khan, del Pakistán Tehreek-i-Insaf (PTI) ambos aspirantes en las actuales elecciones, condenaron el mortífero atentado.

Khan, en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, manifestó públicamente su repudio por el “ataque terrorista en Quetta perpetrado por los enemigos de Pakistán que buscan alterar el proceso democrático” y expresó su deseo de que los paquistaníes logren “derrotar al terrorismo”.

“Estoy dolido por el martirio de gente inocente, incluidos policías, en el momento en el que estaban ejerciendo su derecho democrático al voto. Mis más profundas condolencias a las desconsoladas familias“, escribió por su parte Sharif en Twitter.

Según la agencia noticiosa EFE, esta es la primera agresión de relevancia registrada en la reciente jornada electoral, para la cual 105 millones de paquistaníes fueron convocados a depositar su voto en uno de los 85.000 colegios electorales habilitados.

Sumado a esto, aproximadamente 800.000 soldados y policías habían sido desplegados en el país para garantizar la seguridad después de que varios atentados en la campaña electoral causaran alrededor de 180 muertos e infundieran el miedo en la ciudadanía.

Previamente a esta agresión, el pasado 13 de julio, más de 153 personas perdieron la vida en uno de los más sangrientos atentados suicidas de la historia pakistaní, dirigido a un mitin electoral, también en Baluchistán, que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).