El Gobierno ruso tiene sobre su mesa un plan para “desdolarizar” en parte su economía con una serie de medidas como la menor utilización del dólar en las transacciones con otros países.

El plan, diseñado para proteger a Rusia de las sanciones internacionales, especialmente de las estadounidenses, “ha sido sometido para su estudio al Gobierno”, señaló a los medios el ministro de Finanzas, Antón Siluanov.

El asesor del Kremlin para asuntos financieros, Andréi Beloúsov, dijo durante la Semana Energética de Rusia que fue el propio presidente ruso, Vladímir Putin, quien instruyó a sus ministros a trabajar en un plan para reducir la dependencia de la economía rusa del dólar.

El Kremlin aclaró que no contempla abandonar por completo las transacciones en dólares, introducir una prohibición a su uso o cualquier otra restricción, según el Servicio de Prensa.

“Esto no está siendo abordado”, dijo el Gobierno, y aclaró que se trata de reducir la dependencia de la economía rusa del dólar, al crear, entre otras medidas, “incentivos y mecanismos para cambiar a monedas nacionales en transacciones de comercio exterior”.

Según el diario Izvestia, se trataría sobre todo de convencer a otros países, como China o las naciones que pertenecen a la eurozona, de crear cuentas en la moneda nacional o común.

Los analistas de la agencia de calificación de riesgos Fitch citados por el diario Izvestia afirman que el Banco Central Ruso cuenta en cualquier caso con suficiente efectivo en dólares -cerca de 30.000 millones- para reaccionar a hipotéticas restricciones a cuentas en esa moneda.

Los bancos a su vez tienen entre 13.000 y 14.000 millones de dólares en caja, un volumen suficiente para cubrir la mitad de todos los depósitos en manos de ciudadanos rusos, aseguran los expertos.