El secretario general de la OEA, Luis Almagro, y expresidentes latinoamericanos denunciaron que Venezuela se convirtió en una «infraestructura para el narcotráfico» en la región y su presidente, Nicolás Maduro, en el sucesor del narco colombiano Pablo Escobar.

Durante un foro en Miami sobre el secuestro de las democracias por parte del crimen organizado, Almagro señaló que actualmente «las actividades más rentables en Venezuela tienen que ver con la ilegalidad» debido a que la explotación del petróleo y en general la producción industrial «ha decaído completamente».

En ese mismo sentido, se pronunció el expresidente colombiano, Andrés Pastrana, al advertir sobre la «amenaza regional» que representa el triángulo del narcotráfico que involucra a Venezuela, carteles mexicanos y guerrilleros colombianos de las FARC y el ELN asentados en territorio venezolano, que «quieren convertir a Colombia en un estado narco».

En el foro, los exmandatarios analizaron especialmente el narcotráfico en Venezuela, pero también la corrupción y otros ilícitos en Cuba, Nicaragua y Bolivia, principalmente.

Durante el evento, en el que también participaron los exmandatarios Luis Alberto Lacalle (Uruguay), Eduardo Frei Ruiz-Tagle (Chile), Jorge Quiroga (Bolivia) y Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), los políticos hicieron un llamado a sus Gobiernos a condenar estas situaciones, «pero no con medias tintas».

Durante el foro, Pastrana calificó a Maduro como «el nuevo Pablo Escobar», el jefe del cartel de Medellín.