El lunes, vecinos de la calle Francisco de Miranda del barrio Libertador, cerca de Makro, hallaron horrorizados el cuerpo de un ama de casa de 32 años, quien fue asesinada por su propio hijo de 17 años de edad.

Los vecinos no habían visto a la mujer desde el viernes, mismo día en que el joven la asesinó y sepultó en el patio de la casa. Siempre que preguntaban por ella, el adolescente respondía de manera nerviosa que no estaba, y esto dio lugar a muchas sospechas.

Justo el mismo día en la mañana, una hermana de la víctima llegó a la vivienda y el menor se fue de la zona. La pariente percibió hedores en la casa y descubrió lo que había pasado: encontró el cadáver sepultado de su hermana. No se dijo cómo la asesinó el joven.

En la tarde, el joven fue hallado en el barrio Bello Monte, donde había huido, y presuntamente enfrentó a agentes de Polianzoátegui, donde resultó abatido. Murió tras ser trasladado al Razetti.

El Eje de Homicidios del Cicpc levantó los restos de la señora y luego los del joven abatido.