Un grupo de científicos estadounidenses creó una forma de facilitar el consumo de insulina en los pacientes diabéticos para que dejen a un lado las inyecciones y puedan probar el nuevo método a través de píldoras.

Los especialistas introdujeron una dosis de insulina dentro de una píldora del tamaño de un guisante y crearon un dispositivo ingerible que puede inyectar el medicamento desde el interior del estómago.

El invento fue anunciado el 14 de febrero por un equipo de investigación dirigido por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).

Hasta el momento solo se ha sido probado en animales.

Desde hace tiempo los científicos intentan suplantar las inyecciones por píldoras; los avances incluyen la forma de proteger a la insulina de la descomposición digestiva y luego ayudarla a que sea absorbida a través del intestino hacia el flujo sanguíneo.

“La forma en que esto funciona es que baja por el esófago en segundos, está en el estómago en minutos y luego recibes el medicamento”, dijo el doctor Giovanni Traverso, gastroenterólogo del Hospital Brigham y de la Mujer en Boston y autor del estudio.

Según explicó Traverso, las cápsulas se inspiraron en el caparazón de la tortuga africana que tiene la capacidad de voltearse por sí sola. En este sentido, la píldora cuando llegue al estómago automáticamente girará en la dirección correcta para adherirse.

El equipo de científicos también diseñó un micro inyector, una aguja hecha de insulina, que introducirá el medicamento en el cuerpo del diabético.