Un león criado sin autorización en una finca en la localidad de Zechov, al noreste de la República Checa, devoró a su dueño a comienzos de esta semana.

La policía tuvo que matar al león, al igual que a la hembra que también vivía en la propiedad, dentro de una jaula.

El cuerpo sin vida de Michal Prasek, de 34 años, fue encontrado por su padre dentro del recinto vallado. A su lado estaban las fieras. El macho tenía nueve años y la hembra, de cuatro, estaba preñada.

Antes de matar a los animales, los agentes buscaron consejo de los expertos del cercano municipio de Zlin. Estos recomendaron abatir a los dos leones.

Prasek construyó este hábitat privado para los animales en 2016. Los trataba como sus mascotas. Por eso, si bien no tenía autorización, no pudo ser clausurado al no constatarse violencia en su contra.

Algunos vecinos declararon que en ocasiones vieron pasear a Prasek con la leona sujeta de una cuerda.

La denuncia más grave la hizo un ciclista de 38 años. Contó que cuando pasaba por allí la leona lo arañó. Tuvo que ser atendido en un puesto de salud.

Sin embargo, las autoridades archivaron el incidente como un “accidente de tránsito”.
Según el ministerio checo de Medio Ambiente, en el país centroeuropeo hay numerosos zoológicos privados, donde viven 44 leones, 49 pumas, 20 tigres y ocho leopardos.