En la mesa del oriental era típico almorzar o cenar con alguna bebida gaseosa, pero esta costumbre se ha ido perdiendo debido a los altos costos que hoy registran los refrescos.

En consulta con algunos dueños de panaderías y abastos, se conoció que la salida de estos productos ha disminuido debido a sus precios actuales.
El cajero de una panadería, Arnaldo González, comentó que ya los usuarios no están adquiriendo en grandes cantidades este producto, por lo que el comercio también ha bajado la suma de estos en sus inventarios.

«Un refresco de dos litros ya está costando entre los tres mil 500 y cuatro mil quinientos bolívares», agregó el empleado. Por otra parte, quien se encuentra al frente de un pequeño abasto en la zona rural de Sotillo, informó que los clientes no se llevan mucho esta mercancía, además de quejarse de los costos, los cuales se han incrementado, según su testimonio, al menos tres veces en el último trimestre entre el año pasado y este 2017. «Según se comenta por ahí, podría venir otro aumento, aparte de uno que se registró este mes», añadió el vendedor.

Usuarios
Algunos consumidores también dieron su opinión al respecto, para muchos sería imposible seguir adquiriendo este producto si se da a conocer un nuevo incremento del costo. «En mi familia era costumbre comprar al menos tres refrescos semanalmente, pero ya representaría mi quincena completa, por lo que hemos reducido el consumo», así lo dio a conocer el profesor Augusto Robles, quien acotó que incluso estaría dispuesto a no comprar más gaseosas.
Por otra parte, el empleado público, Francisco Aguilera, expresó que aunque los precios de los refrescos pasen los cinco mil bolívares la gente los seguirá comprando, por lo que no le extrañaría que sigan subiendo su costo y los usuarios no lo dejen de obtener, aunque no sea saludable.

Quejas
Para los vendedores el aumento de dichos precios representaría la reducción de la salida de la mercancía, por lo que algunos piensan no adquirir estos productos para su negocio.

Génesis Ramos