Comer, dormir, caminar o simplemente respirar, se han vuelto tarea difícil en el sector Los Yaques del municipio Juan Antonio Sotillo.

Y es que los habitantes denunciaron cómo el desbordamiento constante de las aguas negras afecta su rutina, ya que los malos olores se han vuelto insoportables para ellos.

«Hace dos años la alcaldía trató de reparar el problema e instaló una tubería nueva, pero eso no solucionó nada, al contrario», sostuvo el ama de casa, Luisa López.

La constante falla ha ocasionado que muchos de los niños que hacen vida en el lugar, presenten síntomas de gripe, fiebre y hasta problemas en la piel como escabiosis, ya que los niveles de contaminación son altos y persisten desde hace años.

Inseguro
Por su parte, el también habitante de la zona, Carlos Aguilar, dijo que  tan solo salir a caminar por las calles del sector, se convirtió en todo un acto de valentía, tanto por la fetidez como por la inseguridad.

«Han sido tantos los robos que ahora convirtieron el antiguo comedor en una especie de módulo policial. Se pueden observar las patrullas estacionadas, pero en mi opinión, eso no ha solucionado nada», indicó Aguilar.

En cuanto al aseo urbano, varios de los vecinos manifestaron que este servicio público no pasa por las calles de la barriada porteña, por lo que han optado por pagar a camiones para que se lleven las bolsas con los residuos sólidos. «Si esas otras unidades no pasaran, todos nadaríamos en basura», aseguró la moradora Juana Centeno.

Denuncia
Comerciantes informales que manejan puestos de comida ubicados en la comunidad, se ven afectados directamente por los malor olores, pero esto no ha impedido que continúen con sus ventas, en condiciones insalubres.

 

Génesis Ramos