Las medidas de abrigo dictadas por los consejos de protección, debido a la falta de alimentos que sufren los niños venezolanos en sus hogares, crece desde junio de 2016. La suma alarmante va en un ascenso del 50% y  60%, según un trabajo de investigación realizado por la trabajadora social Angeyeimar Gil, y reseñado por El Nacional.

Los consejeros de los municipios Libertador, Chacao, El Hatillo, Sucre, Guarenas y Guaicaipuro coinciden en que el desmembramiento familiar, para garantizar el sustento de los niños, tuvo que crecer obligatoriamente.

El municipio Sucre atendió 742 procedimientos en 2016 y la mitad de ellos se debió a la vulneración del derecho al nivel de vida adecuado que establece la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente. Ese derecho comprende que el niño debe tener una alimentación nutritiva y balanceada.

En Guarenas, hubo 464 casos. En El Hatillo, los consejeros abordaron 85 procedimientos y 10% se debe a este problema en la familia, con énfasis en la falta de alimentación. En Libertador, los consejeros precisaron que 60% de sus abordajes se debió a ese principio vulnerado, mientras que en Chacao se atendió una sola situación de este tipo y en 2015 no hubo esos reportes.

Hospitales también prenden alarmas

La consecuencia de la crisis alimentaria se sustenta con las estadísticas del Departamento de Nutrición del Hospital de niños J. M. de los Ríos. Desde abril los médicos decidieron registrar el número de afectados por falta de comida al comenzar un alza de pacientes.

El 2016 cerró con 70 niños atendidos por desnutrición como diagnóstico de base, de los cuales 54 tenían menos de 5 años de edad. Sin embargo, en total 890 pacientes tenían problemas de nutrición, además de las patologías por las que ingresaron al centro de salud.

 

 

 

El Nacional