El cabello graso es una condición incómoda bastante común. La sensación de perder el lavado rápidamente es realmente molesto y un problema que puede resultar difícil de resolver.

Aquí te presentamos algunas de las causas:

Lavado incorrecto: Los productos para la higiene que contienen químicos fuertes, aunque en primer momento pueden parecer beneficiosos, suelen ser contraproducentes para la piel y causar irritaciones, lo cual estimula la secreción de las glándulas sebáceas, responsables de la producción de grasa.

Genéticas u hormonas: Tener el cabello graso puede ser por razones hereditarias, así como por factores hormonales. Esto es común en ciertas etapas de la vida como el embarazo o la adolescencia, sin embargo, también puede tratarse de descontroles que deben ser evaluados por un especialista.

Tipo de cabello: Muy fino y lacio es más propenso a padecer este problema debido a que absorbe menos grasa, de tal manera que la restante queda en la superficie del pelo.

Es importante acudir a un médico para determinar las razones y tratar adecuadamente esta condición, sin embargo, para evitar estos problemas existen algunos trucos que debes incluir en tu rutina diaria.

Evita el calor: Exponer tu cabello a más calor de empeorará la situación, de manera que si usas secador o plancha trata de no hacerlo con altas temperaturas.

Cepilla tu cabello solo después de lavarlo: Si cepillas tu cabello cuando está seco multiplicarás la grasa y pronto sentirá la sensación de que está sucio.

No toques tu cabello: Es posible que, sin darte cuenta, toques muchas veces al día tu cabello, dejando la grasa que producen las manos en el pelo.