El ajo es uno de los condimentos más comunes en las cocinas de casi todos los países, pues se utiliza en salsas, sopas, pescados y mariscos, entre otros.

A este vegetal se le han atribuido además propiedades curativas: baja la tensión arterial, regulariza el nivel de colesterol y combate la diabetes. Es antibiótico, antiséptico, regulador de la flora intestinal, purgante, estimulante, y regulador de las glándulas endocrinas.

Contiene antioxidantes que sostienen los mecanismos de protección de cuerpo contra la oxidación, por lo que protege contra el daño celular y el envejecimiento, y puede disminuir el riesgo de sufrir Alzheimer y demencia.

Es repelente de insectos pues mantiene alejados a las moscas, mosquitos, arañas y hormigas, sólo hay que mezclar unos dientes de ajo machacados con agua y jabón, luego hay colocar el líquido en una botella con rociador y aplicar en la zona donde hay insectos.

Refiere que también es un adhesivo natural, pues se puede utilizar para rellenar las grietas de un vidrio, sólo se tiene que machacar un diente de ajo, frotar el jugo en las grietas y limpia el exceso, entre otros beneficios.