Ingredientes:

  • 200 g de galletas cuadradas
  • 700 ml de leche
  • 4 yemas de huevo
  • 50 g de azúcar
  • 150 g de chocolate de cobertura para postres
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • 50 g de maicena
  • leche para mojar las galletas
  • virutas de chocolate
  • Cerezas
  • hojas de menta

 

Preparación:

Vierte en una olla la mitad de la leche (350 ml aproximadamente) y llévala al fuego. Parte las onzas de chocolate y déjalas en un bol lo bastante grande para que quepa la leche. Cuando la leche esté caliente sin llegar a hervir, viértela sobre el chocolate. Remueve hasta que el chocolate se derrita y reserva.

Coloca el resto de la leche, las cuatro yemas de los huevos, la maicena, el azúcar y una cucharadita de canela en polvo al gusto en otra olla o en la que ya habías usado. Bate bien con las varillas manuales hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados y notes que no hay grumos.

Lleva la mezcla al fuego para preparar la crema de chocolate, que rellenará nuestra tarta de chocolate con galletas. Calienta a fuego medio bajo para que no se te pegue y remueve continuamente con las varillas. Cuando empiece a calentarse, vierte la mezcla de leche y chocolate que tenías reservada. Calienta sin dejar de remover hasta que la crema espese. Esto puede tardar de 10 minutos o más. Cuando espese retírala del fuego sin necesidad de que hierva.

Ahora es el momento de montar la tarta. Puedes usar un molde desmontable. Si quieres, forrarla con film de cocina para desmoldarla mejor porque cuesta un poquito. Vierte unas cucharadas de crema de chocolate cubriendo la base por completo. Moja las galletas de una en una o de dos en dos en la leche y cubre la crema de chocolate con las galletas. Donde no quepa una galleta entera, coloca una galleta partida, luego no se va a notar nada.

Alterna capas de crema de chocolate y galletas mojadas en la leche (mojadas, no las pongas a remojo porque se deshacen, sumergir y sacar). Cuida de que la capa de crema llegue bien a los bordes del molde y alísalas para que cada capa tenga el mismo grosor. Termina con una capa de galletas sin mojar porque serán la base de nuestra tarta.

Cubre el molde con una tapa o con un film de cocina y déjalo en la nevera por lo menos seis horas.

Una vez fría la tarta, la puedes desmoldar. Pasa un cuchillo por todo el borde para despegarlo del molde. Si tu molde es desmontable, pasa también el cuchillo para que al abrirlo conserve su forma. Voltea la tarta en una bandeja como si de un flan se tratara. Céntrala bien porque luego no la podrás mover, a no ser que coloques encima un papel de horno para que sirva de base. Alisa los bordes con el cuchillo.

Cubre con virutas de chocolate toda la superficie y los laterales de la tarta y decora con mitades de cerezas y unas hojitas de menta.