El sacerdote francés Bernard Preynat, imputado por abusos sexuales desde finales de los años 70 hasta los 90, fue expulsado este jueves del estado clerical, el máximo castigo que puede pronunciar la Justicia eclesiástica.
La expulsión del estado clerical implica que Preynat ya no podrá ejercer el ejercicio de los derechos propios de los clérigos como celebrar misa, oír confesiones y administrar los demás sacramentos.
El Tribunal eclesiástico le reconoció culpable de haber cometido “actos delictivos de carácter sexual sobre menores de 16 años” cuando era capellán de campamentos de “scouts” en ese tiempo en Lyon, en el sureste de Francia.
“Teniendo en cuenta los hechos y su recurrencia, el gran número de víctimas, el hecho de que abusó de su puesto en el grupo ‘scout’ que fundó y que dirigía desde su creación, el tribunal ha decidido aplicarle la máxima pena prevista por el Derecho eclesiástico“, dijo la corte en un comunicado.
“Ahora que ha quedado reconocida su culpabilidad, el tribunal podrá consagrarse totalmente al análisis de cada una de las demandas de compensación financiera de las víctimas”, señaló en su nota.
Esa corte explicó que Preynat dispone de un mes para recurrir la sanción, que no se aplicará hasta que pase ese periodo, ante el Tribunal de la Congregación por la Doctrina de la Fe.
Preynat, de 74 años, fue imputado en 2016 y su juicio penal está previsto en los próximos meses.