Una persona murió calcinada al norte del estado de California mientras intentaba extinguir las descontroladas llamas de un gran incendio forestal que ha quemado, hasta el momento, más de 11.500 hectáreas de áreas verdes, obligando a las autoridades a evacuar las zonas rurales afectadas.

Según los medios locales, la víctima era el operador de una máquina excavadora, propiedad de una compañía privada, que combatía la proliferación de los grandes muros de fuego, los cuales comenzaron a crecer rápidamente la noche del jueves en Redding, una ciudad de aproximadamente 95.000 personas; muchas de las pequeñas comunidades en su periferia fueron devastadas.

“Este incendio es extremadamente peligroso y se está moviendo sin tener en cuenta lo que está en su camino“, informó Brett Gouvea, Jefe del Comando de Incidentes, en una rueda de prensa. “Mientras lamentamos la pérdida, también luchamos contra un incendio que se está moviendo extremadamente rápido y erráticamente en el oeste de Redding“.

Al menos otros tres bomberos resultaron heridos mientras contenían el incendio, nombrado Carr Fire, sin embargo, sus actuales estados de salud no fueron confirmados. Más de 1.700 rescatistas han trabajado arduamente para controlar el fuego desde el lunes, cuando comenzó a propagarse, pero las desfavorables condiciones climáticas, como las altas temperaturas y los fuertes vientos, continúan alimentándolo.

Las llamas han destruido 15 estructuras y amenazan a otras 500, entretanto continúan creciendo, sin interrupción, a un veloz paso.

“El fuego está creando un gran vacío de viento y se mueve muy rápido hacia el oeste de Redding. ¡Este incendio está fuera de control!“, dijo la Patrulla de Autopistas de California en una publicación hecha a través de su cuenta oficial de Facebook.

El incendio, que el miércoles estaba controlado al 24 %, triplicó su tamaño durante la pasada noche hasta alcanzar las 11.640 hectáreas el jueves.