El Ministerio de Interior israelí no ha permitido la inmigración de nueve venezolanos convertidos al judaísmo, tras considerar que no han demostrado la pertenencia a una comunidad de esa religión como exige la ley para considerarlos judíos y otorgarles la nacionalidad.

Las autoridades ha comprobado que los venezolanos «no pertenecían antes de su conversión a ninguna comunidad judía y no tomaron parte en la vida comunal ni antes ni después de su conversión», pese a que posteriormente se unieron a la comunidad de la cercana ciudad de Valencia.

«El problema es que es necesario cumplir todos los criterios de la Ley del Retorno y, en este caso, el Ministerio de Interior ha considerado que no se han cumplido», señaló  Yigal Palmor, portavoz de la Agencia Judía, institución que se ocupa de este tipo de emigración.

Esa ley determina quiénes pueden solicitar el estatuto del «oleh» (migrante que recibe la nacionalidad) y define qué es ser judío para este caso particular: cualquier persona nacida de madre judía y que no se haya convertido a otra religión.

Insisten «en el cumplimiento de las exigencias para evitar que se manipule el tema de la conversión con motivaciones de tipo económico», señaló la fuente, que pidió no ser identificada.

Estos venezolanos viven en Maracay y tras convertirse al judaísmo ante una corte rabínica conservadora en 2014, después de tres años de estudiar la religión, pidieron hacer lo que se conoce como aliá (ascenso, en hebreo, palabra que se utiliza para la migración a Israel).

Globovisión