El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, solicitó ayer a los países que eliminen todo tipo de ayudas y subsidios a los combustibles fósiles para acelerar la transición hacia una economía baja en carbono.

En la apertura de la primera Conferencia de las Partes del Acuerdo de París (CMA, por sus siglas en inglés) celebrada durante la cumbre del clima de Marrakech (COP22), Ban dijo que el mundo está en “una situación de esperanza” respecto al cambio climático “gracias a uno de los pactos más ambiciosos adoptados en la historia de Naciones Unidas», el suscrito en la capital francesa en 2015.

En su último discurso en una COP como secretario general de Naciones Unidas, Ban fue más contundente y exigente que nunca con los países y, además del abandono de las ayudas a los combustibles fósiles, les pidió una mayor ambición en sus contribuciones nacionales de reducción de emisiones en 2018, dos años antes de que estas empiecen a funcionar de manera efectiva, en 2020.

Además, Ban Ki-moon instó a que el sector privado siga ese camino. “Lo que hagamos hoy determinará los impactos del cambio climático en los próximos años”, señaló Ban, quien apeló a la “responsabilidad” de los líderes del mundo para “poner techo a las emisiones antes de 2020 y mantener la temperatura global por debajo de los dos grados a finales de siglo y, si es posible, no más allá de 1,5 grados”.

Conferencia
Unos 80 líderes mundiales acudieron a la cita en Marrakech para mostrar su apoyo a la lucha contra el cambio climático, ante la posibilidad de que Estados Unidos abandone las negociaciones.
Ban quiso tranquilizar de nuevo al mundo poco antes de la apertura de la cita, la primera desde el histórico Acuerdo de París de hace un año, que unió a 196 países.