Una aguda crisis política y económica golpea a Venezuela, y los jugadores convocados para el Clásico saben que el béisbol es un escape en medio de la turbulencia en su nación.

«Todos somos conscientes de ello», declaró el mánager Omar Vizquel. «Uno de los temas que hablamos en la primera reunión es que todos sabemos de la difícil situación en nuestro país, y esto despierta una gran motivación».

El orgullo es palpable dentro del equipo venezolano. Ganar el Clásico sería una inyección de júbilo para todos.

«Sabemos que en nuestra condición de peloteros cargamos una enorme responsabilidad por el pueblo venezolano», dijo el receptor Robinson Chirinos. «Son apasionados del béisbol. Tenemos un muy buen equipo que saldrá a competir y esperamos llegar a la final».