Recientemente asistimos al caso de Inés Herrera (51), asesinada y descuartizada por su pareja, Carlos Carranchán (55), quien padece esquizofrenia agresiva. Esto pasó en Barrio Mariño, Puerto La Cruz, y el crimen se descubrió al ser encontrada una pierna de la víctima en la vía pública.

Pero, este no ha sido el único caso de descuartizamiento que se vio en los últimos años en la zona norte del estado. Aquí les presentamos varios casos que sonaron mucho en su momento.

En abril de 2012, en las playas de Urbaneja, fue encontrado un bolso que contenía un torso humano. El Cicpc llevó meses de investigación y dieron con la identidad de esos restos: eran de un ciudadano francés llamado Paul Marice Wolnerman de 71 años de edad. Su identidad fue confirmada al consultar en varias embajadas.

Quien lo asesinó fue su mayordomo, un italiano llamado Hugo Marchic Affaire, quien en 2014 fue capturado por Interpol en un barrio a las afueras de Roma. Se acordó que lo deportarían a Venezuela, aunque Francia también lo requería por narcotráfico. También había sido detenido el taxista Roger Del Valle Rendón Vásquez.

Affaire mató a Wolnerman porque el occiso estaba vendiendo sus propiedades en Puerto La Cruz para irse a República Dominicana. Le disparó y luego lo descuartizó con unas sierras.

Otro caso que sonó bastante fue el de Jatzamary de Los Ángeles Arape Barrera (38), encontrada desmembrada en agosto  de 2015 en Boca de Tigre, Barcelona.

Ella había acudido a Barcelona desde Tinaquillo, Cojedes, para visitar a su pareja, quien estaba recluido en Puente Ayala. Al parecer, la dejaron así por ajuste de cuentas.

Otro incidente que sorprendió a la ciudadanía, fue la carnicería contra dos sujetos detenidos en el CCP Puerto La Cruz en mayo de 2016: Víctor Hugo Díaz (30) y Jesús Enmanuel Marchán (27),  quienes habían perpetrado el secuestro de un niño de 7 años, que luego apareció muerto.

Los demás reos tomaron la justicia por sus manos al descuartizarlos y obligarlos a comerse los restos antes de matarlos. Hubo videos que se publicaron en redes sociales.

 

Juan Afonso