Debido a los altos  índices inflacionarios, incrementos en los costos de los servicios básicos, aumento en los salarios mínimos y hasta los niveles de inseguridan han puesto en duda a los comerciantes, con respecto a si podrían continuar en este sector laboral, ya que cada vez es más difícil, según sus testimonios, el mantener un establecimiento de este tipo.

El encargado de una tienda de venta de ropa para damas y caballeros, Héctor González, señaló que el pagar nómina de los más de 10 empleados, reponer inventario y lidiar con los constantes aumentos, ya sea por decreto presidencial o por la inflación, lo llevan a preguntarse si el continuar con las santamarías arriba es una buena opción para sus finanzas.

«Es complicado comprar mercancía hoy a un precio y mañana ya aumentó todo y lo que ganaste con las ventas no te da para reponer inventario.», manifestó el vendedor.  Por otro lado, quienes se ven obligados a alquilar establecimientos, dicen que los costos de compra pasan los cinco millones de bolívares, según algunas opiniones de encargados.

«Actualmente estamos pagando por la tienda más de Bs. 500 mil mensual, lo que es un monto alarmante, eso incluyendo las pocas ventas que estamos registrando», dijo el comerciante Carlos Suárez, quien agregó que el tema de la inseguridad también los ha afectado.

Según varios de los datos ofrecidos por este gremio, el abrir los primeros días de enero no fue una opción, ya que las calles se encontraban solitarias y la clientela aún no cuenta con el poder adquisitivo para realizar compras, al menos en lo que respecta a línea blanca y ropa.

Por otra parte, los comercios dedicados a la venta de comida, ya sea tipo restaurante o rápida, según sus encargados, tienen dificultades para mantener la calidad o el funcionamiento que les ha caracterizado, a causa de los altos precios de los ingredientes o simplemente el que no se consigan con facilidad en el mercado.