Para algunos padres garantizar el disfrute de sus hijos ya no es una posibilidad, debido a que la crisis  económica en el país obligó a desplazar la diversión para priorizar otras necesidades que puedan generar más beneficios en un plazo no muy lejano.
“Lo que puedo gastar en un parque, mejor lo gasto en comida para la semana, eso era antes que se podía sacar a los niños, ya eso es parte de un recuerdo lejano”, señaló la madre de dos menores, Patricia Guarantono, quien actualmente se dedica a atender un negocio propio en el centro de Puerto La Cruz, y por el cual comenta, tiene servicios que pagar.

La mujer indicó que la última vez que salió a distraerse con sus hijos fue hace poco más de dos años, por lo que destacó que ahora es imposible, por los altos costos que representan. “Nada más en comida se paga más de un sueldo mínimo, porque no solo es que los niños coman, sino que también, a los adultos les da hambre”, sentenció.

Afectados
Por otro lado, el encargado de un parque de diversiones ubicado en el centro comercial Plaza Mayor, Antonio Vásquez, señaló que la afluencia de personas ha disminuido en un 70 % en comparación con años anteriores. “Ya esto no es la sombra de lo que era antes, son pocos los que vienen, ya ni siquiera es común ver el parque lleno los fines de semana”, comentó.
Para hacer uso de algunos juegos de atracción, solicitan hasta tres boletos, los cuales cotizan en Bs. 1.000 cada uno.

“Los precios son un reflejo del momento de crisis, para que alcance para realizar pagos de servicios”, añadió Vásquez. Por otro lado, en un recorrido hecho por el equipo reporteril de Nueva Prensa de Oriente  se pudo constatar que los puntos que los venezolanos solían frecuentar para buscar diversión y distraer la mente de sus niños, se  encuentran totalmente desolados. Algunos encuestados manifestaron estar inconformes por la situación país, que de alguna manera, aseguran, les ha quitado la poca distracción que podían tener.

Al aire libre
Representantes  explicaron que una de las alternativas es llevar a los pequeños a los parques públicos.

 

Rosmary Aguirre G.