Era costumbre que la juventud adquiriera vivienda propia al finalizar los estudios universitarios o al contraer matrimonio, pero actualmente la realidad es otra.

La sobrepoblación en las viviendas ya no se ve solo en las familias de bajos recursos, hoy en día, es la única manera de conservar un techo y de tener un hogar, así lo confirmó la socióloga Maribel Fuentes.

La especialista afirmó que la calidad de vida del venezolano disminuyó en un 80 %. «Un trabajador común no puede comprar casa propia. Debe quedarse en la morada de algún familiar e iniciar vida de esa manera», aseguró.

Los altos costos de vida obligaron a las personas a reducir costos y a vivir para el diario. Dejando de un lado los planes de ahorro y de compra de vivienda o carro.

Asimismo, Fuentes enfatizó que la población de bajos recursos siempre mantuvo a gran cantidad de miembros familiares en la vivienda, pero ahora esa cifra se multiplicó. Cada vez son más los cerros o montañas que se llenan de casas, muchas de ellas, exponiéndose a peligros de deslizamientos de tierra o inseguridad. La especialista explicó que es más fácil construir una pequeña vivienda en un lugar no apto, que comprar una para las condiciones de vida necesarias.

«La situación es crítica en muchas familias porque no tienen los recursos ni para alimentarse. En una casa pequeña pueden haber hasta 10 personas y los niños son los más perjudicados», aseveró.

Preocupaciones
El impacto de la sobrepoblación en los pequeños, tiene un efecto a futuro. La profesional explicó que «las mujeres están teniendo hijos desde los 15 años y eso es lo que aprenden los niños». Fuentes comentó que con la actual situación del país, el tener hijos debería ser una decisión y no un accidente. «Cada vez se ven más embarazadas y más proliferación de hijos, cuando la verdad es que las condiciones no están dadas», señaló. Al mismo tiempo comentó que la calidad de vida para los más chicos de la casa no es la misma que en décadas pasadas. Las familias deben reducir comodidades para poder comer.

Economía deficiente
Por su parte, el economista Ramón Quintero, aseguró que la sobrepoblación es un problema de países con economía deficiente como la que manejamos en Venezuela.

«Las naciones que prosperan y brindan calidad de vida al ciudadano, no presentan una sobrepoblación en malas condiciones. En países pobres de África o islas pequeñas del Caribe pueden observarse personas viviendo casi unas encimas de otras. Aquí no hemos llegado a tanto, pero estamos en una situación comparable», explicó. Quintero indicó que el venezolano no se encuentra en la capacidad de progresar «como él quisiera».
El economista apuntó que el problema principal no es el hacinamiento sino la infraestructura y la inflación.

«Al menos Anzoátegui no tiene las construcciones necesarias para albergar tantas familias grandes y por eso cada vez hay más viviendas en zonas de riesgo», dijo. La infraestructura de la ciudad, la vialidad, los servicios públicos, incluso las políticas públicas, no han sido capaces de prever y de cambiar a tono para que la ciudad pueda atender eficientemente a la población, según Quintero.

Proyección
Especialistas estiman que de no mejorar las condiciones económicas, la sobrepobalción seguirá aumentando y cada vez menos podrán adquirir una vivienda apta para iniciar familias propias.