Cajeras de algunos supermercados comentaron de forma extraoficial que a estos establecimientos se les dificulta salir de la mercancía no regulada, ya que la mayoría de usuarios se dedican a «cazar» la llegada de alimentos con precios regulados.

«Cuando llegan rubros como harina de maíz precocida, leche en polvo, margarina o arroz, las filas afuera del supermercado son interminables», comentó una joven trabajadora, quien prefirió no ofrecer sus datos personales.

Asimismo, la cajera informó que muy pocas personas se dedican a llevarse un «carrito full» de todo, ya que desde hace algunos años la gente compra estrictamente lo necesario.

«Cuando colocamos la pasta en los estantes, la cual puede llegar a Bs. 3 mil 500 el kilo, se acaba muy rápido y no compran nada más», mencionó.

De igual forma, hizo saber que últimamente la mercancía regulada está tardando mucho para ser repuesta en los almacenes, es decir, asume que existen problemas de distribución y abastecimiento, al menos por los momentos.

Por último, la empleada acotó que la norma de venta por número de cédulas también influye en el movimiento de clientes en el establecimiento, ya que depende muchas veces de ello.

Usuarios
El consumidor Ángel Villanueva dijo que, debido a los altos costos ha optado por comprar poco a poco lo que va faltando en su hogar.

«Antes podía hacer un mercado completo como tal, pero eso se acabó, el sueldo no alcanza y lo poco que se gana es destinado a comprar comida», señaló el comprador.

La maestra Kelly Alfonzo informó, que le parece un exageración que un pollo pueda costar casi Bs. 20 mil, ya que ese es el monto que cobra cada quincena.

«Es muy difícil comprar todo de una sola vez. Hay productos que aparecen de vez en cuando, por eso cuando los veo con precio regulado, lo compro», manifestó la afectada.