Según información suministrada por los diversos choferes del terminal de La Aduana de Barcelona, en los actuales días festivos se presentó un descenso, en la venta de boletos, de hasta un 40% en comparación a años anteriores.
El chofer, Saúl Rivas, señaló que las unidades tardan en salir por falta de pasajeros y que los boletos se venden el mismo día, sin reservación.

«Los choferes pueden pasar hasta cuatro horas esperando para salir. No parecen días de descanso. En años anteriores nos quedamos faltos de unidades», apuntó.

Agregó que a pesar de contar con pocas unidades activas, los días han transcurrido tranquilos porque no hay movilidad.  «Los pasajes los compran horas antes de salir de viaje y los destinos más visitados son ciudades del mismo estado», enfatizó.

 

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