Eso de la relegitimación en realidad tiene diferentes lecturas, notándose especiales características en la organización Voluntad Popular.
Estos señores, al menos en Anzoátegui, carecen de estructura regional y municipal ya que la mayoría de la cúpula directiva se ocupa de colocar barreras para que el que entre se sienta prisionero de decisiones autoritarias dejándole poco espacio para poner en práctica sus ideas.
Son tan frágiles que para aparentar una estructura tuvieron que reclutar figuras desgastadas de los partidos tradicionales, de esa manera ex dirigentes adecos y copeyanos vuelven a la palestra, lógico en sus condiciones naturales no hacían efervescencia, díganme el llamado Pochoco, ex directivo social cristiano necesitaba oxigenarse para ver si con la jefatura que le dieran en Voluntad Popular, podría levantar vuelo en el municipio Bolívar.
Ni la familia cree en él, allá en barrio Sucre sus parientes son seguidores de Chávez. Qué pasó en la validación del partido de Leopoldo López, pues relegitimaron a este señor copeyano como dirigente político, bueno, en el mejor de los casos, ya que por varias veces ha brincado la talanquera, la primera vez se fue al Movimiento Al Socialismo, debido que los verdes le negaron la candidatura a concejal, posteriormente se va huyendo luego de ser nombrado precandidato alcalde en el partido fundado por Rafael Caldera, y cae en manos del eterno perdedor adeco, apoyándolo en una negociación política individual poco clara.
Por supuesto, con ese currículo, pega la carrera y llega a Voluntad Popular. Otro de los casos es el de un ex adeco ya cansado de perder en el municipio Sotillo, se olvida de sus aspiraciones a alcalde, y comienza a soñar en convertirse en gobernador de nuestra entidad federal.
Pero se consigue con la barrera de Otto y de su apadrinado, “el silencioso de Cantaura”. Ese escenario y su condición de perdedor municipal, hacen que salte a la nueva organización democrática, amparado en sus credenciales de profesor universitario y amigo personal del coordinador regional de VP, mostrando de una vez todas sus cartas en relación a sus aspiraciones de gobernador, enviando adelante a otros ex adecos a abrirle caminos internos.
Para colmo de malos en VP los que tienen mejor perfil vienen de AD y Copei, una es una joven periodista hija de un connotado ex diputado adeco y otro es un sobrino de un ex copeyano asistente de Cheo León. En este cuadro imaginaran cual es el destino de Voluntad Popular. Ellos no se engañan, saben que la movilización fue a su máxima capacidad, de esos números difícilmente pasaran. La competencia con Primero Justicia siempre será el muro que impedirá el ascenso al verdadero liderazgo, su falta de originalidad los entierra.
Armando Orocopey