Mientras varios jugadores buscan de forma desesperada una oportunidad en el béisbol organizado de las Grandes Ligas, a Oswaldo Guillén le sucede lo contrario. La diferencia es que el pelotero necesita ese trabajo para subsistir, mientras que el dirigente ya vivió todas las facetas que ofrece la MLB.

Tuvo una carrera de 16 años en las Mayores, consiguió el Novato del Año en 1985, se tituló con los Marlins de Florida siendo coach y se convirtió en el primer mánager latinoamericano en ser campeón, cuando en 2005 alzó el campeonato con los Medias Blancas de Chicago. “El béisbol ya me ha dado todo”, expresó Oswaldo Guillén con su franqueza característica. “¿Qué más me puede ofrecer? Será plata porque ya tuve mi oportunidad, me la gocé y conseguí cosas importantes”.

Cuando un equipo de Grandes Ligas se queda sin mánager nunca aparece el nombre de Oswaldo Guillén entre los candidatos. Algo que no deja de ser extraño, tomando en consideración su amplia experiencia en la pelota y lo exitoso que fue.