Con señales positivas de cara al futuro inmediato pero sin demasiado brillo, el seleccionado argentino le ganó ayer por 1-0 a su par de Brasil en Melbourne, Australia, en el debut de Jorge Sampaoli como entrenador.
El gol que Gabriel Mercado anotó a los 44 minutos del primer tiempo marcó la única diferencia entre un equipo gaucho que mostró una versión ambiciosa en el capítulo inicial y otra un tanto más conservadora en el complemento ante un elenco brasileño que, sin Neymar, se quedó sin un invicto que cerró en nueve juegos.
Argentina propuso con su ofensiva de manera constante y allí estuvo una de sus principales virtudes, porque durante varios pasajes consiguió ahogar al oponente, apoyándose en el compromiso de todos sus jugadores para recuperar el balón.

Fallaron
El equipo de Sampaoli no tuvo facilidades para asociarse ni para juntar la línea de conducción, conformada por Ever Banega y Lucas Biglia, con la de creación, compuesta por Messi y Dybala.
Y fue en el minuto 44 cuando Messi pidió realizar un tiro de esquina, y Otamendí cabeceó al segundo palo pero su remate estalló en el palo izquierdo, y Gabriel Mercado capturó el rebote en el poste, y metió la pelota de cabeza al área de Brasil.
En la segunda parte Sampaoli movió el banquillo pero los cambios no tuvieron el efecto deseado.
Ya no tuvo ni la presión ni la circulación de juego. Y Brasil se adueñó de partido.
La canarinha tuvo en varias ocasiones la oportunidad de marcar pero las buenas actuaciones de Sergio Romero impidieron los intentos para que así Argentina se llevara un triunfo sin lucir con el control claro.