U na serie de motivos ha mermado al fanático de ir a los estadios de béisbol para apoyar a sus equipos, durante la temporada 2016-2017. Los recintos deportivos lucen vacíos. Cada vez más sube la inflación en Venezuela y esta situación afecta directamente al deporte favorito de la población nacional.

No es un secreto. La pelota criolla ha perdido calidad, y eso se debe, en parte, a los asientos vacíos que juego a juego reinan en los feudos. Los equipos no escapan a la situación. Los conjuntos que protagonizan la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) han visto como la ganancia que generaban por la venta de boletería se ha venido desplomando juego a juego.

Choza solitaria
En Caribes de Anzoátegui sufren de este mal. El estadio Alfonso «Chico» Carrasquel se asemeja a un desierto cuando los  aborígenes juegan contra equipos como Cardenales de Lara o Bravos de Margarita.

Sin embargo, el jonrón derbi 2016 fue el evento que necesitó la choza anzoatiguense para convertirse en el único estadio que se ha llenado durante la zafra 2016-2017.

Rivalidad tocada
Los choques entre Leones del Caracas y Navegantes del Magallanes no huyen de la crisis. Fue el termómetro en cuanto a la asistencia general de esta temporada, y sufrió la fiebre de la soledad.
En el primer enfrentamiento entre los eternos rivales, que se celebró en el Estadio Universitario de la ciudad capital, solo 14.239 personas pagaron sus boletos para ver a sus novenas, en una sede que tiene capacidad para 25mil personas.

Intrigas
Se espera que el número de aficionados en los estadios aumente ha medida que se vaya terminando la LVBP. Con la post temporada y la gran final de la LVBP 2016-2017 se analizará concretamente si hay esperanzas por revertir la situación asistencial, o si el béisbol se está muriendo en Venezuela.