Venezuela sufrió en el Clásico Mundial de Béisbol (CMB). Tanto como si se tratara de otra disciplina y no del deporte nacional.
Pasó de ronda como en 2006, sin embargo, necesitó de un juego extra, ante Italia, para hacerlo. Incluso casi estuvo a punto de repetir la misma fatídica historia de 2013, cuando no avanzaron de la primera fase.
Los batazos aparecieron en primera ronda, pero no con la contundencia que se esperaba al tener en el corazón ofensivo a José Altuve, Carlos González y a Miguel Cabrera.
En la siguiente etapa, ante Estados Unidos, República Dominicana y, nuevamente, Puerto Rico, pareciera que se les olvidó que para ganar no solo se debe lanzar bien (cosa que hicieron), sino que también es necesario fabricar más carreras que el rival.
Los bates criollos, esos que les daban la etiqueta de favorito, fueron precisamente los que acabaron con la ilusión.
Félix Hernández, aunque dejó marca de 0-1, su efectividad fue 1.17 en 7.2 y la eficacia del rek José Castillo destacaron en el pitcheo.

 

Redacción.