Los elevados precios de los productos exhibidos en los anaqueles no solo afecta los bolsillos de los consumidores. Es una crisis que también tiene un efecto directo en las empresas productoras como la planta cereales de Alimentos Polar, ubicada en Carabobo, y que la mañana de este lunes amaneció cerrada por la caída de las ventas.
Los almacenes están llenos de mercancía porque pocos tienen la capacidad de comprarlos. “Eso es lo que alega la gerencia”, aseguró Hernan Carrillo, presidente del sindicato de la empresa, que no está en su mejor momento, ya que como consecuencia de la poca salida de sus productos apenas trabajaba a menos de 50% de su capacidad hasta el viernes.
La mañana de este lunes, quienes les correspondía trabajar en el primer turno se sorprendieron al ver las cadenas en sus puertas. “No nos dejaron entrar y solo nos han dicho que no es una suspensión laboral sino una interrupción de las actividades”.
Son más de 300 trabajadores los que viven en incertidumbre. José Rodríguez es uno de ellos. Con 21 años siendo parte de la nómina de la compañía no sabe cómo resolverá los asuntos importantes de su familia que depende económicamente de él. “Esto es insostenible”, expresó sin poder ocultar su preocupación.
En esa planta se hace Avena Quaker en hojuelas y harina, Toddy, Té Lipton, Gelatina Golden y Crema de Arroz, líneas que se mantienen apagadas, al igual que la de jugo Yukery que tiene tres meses detenida por falta de envases de vidrio.
Hasta ahora la información que maneja el sindicato es que la planta de avena se paralizaría por 21 días por alto inventario, pero se desconoce el tiempo de la suspensión de actividades en esta empresa en la que se trabajaba en tres turnos rotativos, y el personal cobrará solo salario básico, que aún no ha podido ser ajustado al incremento decretado por el Ejecutivo.