Venezuela considera una «amenaza» la expansión del petróleo de esquisto de EE. UU., que ha llevado a la reducción de las importaciones de crudo de Washington, indicó el pasado jueves el ministro de Petróleo de Venezuela, Nelson Martínez.

«Es una amenaza, obviamente es una amenaza», dijo el ministro a los periodistas antes de abrirse en la conferencia semestral de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

«Vendemos cerca de unos 800.000 barriles de petróleo (diarios) a EE. UU.», recordó el titular venezolano de Petróleo, que dijo que todavía se debía de valorar cómo afectaría el aumento de la producción de esquisto en Estados Unidos a las importaciones.

La producción de Venezuela está 1,97 millones de barriles diarios de crudo, según fuentes no OPEP.

Expectativas
Sobre la propuesta presupuestaria del presidente de EE. UU., Donald Trump, de vender la mitad de sus reservas estratégicas y facilitar la explotación petrolera en Alaska, lo que podría neutralizar los recortes de la OPEP, el ministro venezolano señaló que habría que esperar si esa idea se materializa.

«Eso obviamente va a tener un impacto, pero no sabemos todavía… Donald Trump ha dicho muchas cosas y algunas se cumplen y otras no, vamos a esperar a ver», aseveró.

El funcionario, quien además se encuentra en Viena por motivos de la reunión con miembros de la OPEP, dijo que la industria petrolera venezolana funciona con «normalidad» a pesar de la crítica situación del país.