Para cualquier grupo u organización, alcanzar los 20 años de existencia o estar muy cerca de ello supone un logro. Es mucho lo que se hace en ese lapso, además de dejar generaciones formadas.
Esto es más especial cuando se trata de una academia de atletas en cualquier categoría.

El pasado 9 de noviembre, la escuela de Taekwondo del profesor Juan José Rojas, que si bien ha alcanzado ese tiempo instruyendo a niños y jóvenes en la práctica de las artes marciales desde hace 19 años, las condiciones en las que hoy llegan no son las mejores en cuanto a la infraestructura.

Hoy día los 180 alumnos entrenan la disciplina en las afueras del estadio de fútbol José Antonio Anzoátegui, luego de pasar un largo tiempo bajo techo en el gimnasio Luis Ramos, donde todo empezó para esta academia de taekwondistas.

Deficiencias

El maestro Juan José Rojas es la cabeza visible detrás de esta noble escuela.  Lleva desde 1997 instruyendo a los jóvenes a seguir las enseñanzas de tan tradicional arte marcial.
Pero, con el tiempo, las cosas han hecho que sus condiciones para desempeñarse hayan mermado.

Rojas contó que por las reparaciones que se hacían en el Luis Ramos, los muchachos fueron colocados bajo uno de los accesos al estadio de fútbol, pero esto venía con filtraciones de agua y muchos mosquitos.

Relató que las autoridades de deportes del estado iban a habilitarles otra sala para poder desempeñar las prácticas,  cosa que aún no ocurre. «Por los momentos, estamos trabajando en las afueras del estadio», dijo. La escuela contaba con 189 láminas de tatami  (láminas acolchadas), pero estas fueron hurtadas por hampones. Esto último ha llevado al límite la merma de las condiciones en sus prácticas

Esfuerzo en oro
Sin embargo, lo que esta escuela ha perdido en material, lo ha ganado en premios en cada torneo de Taekwondo en el que los alumnos participan. Desde enero de este año, los éxitos de la academia no han dejado de llegar.

Los muchachos participaron en competencias municipales en Freites, Guanta y otros lugares, siempre trayéndose el oro o la plata. No importa las condiciones, los alumnos de Rojas siempre quedaron en el podio.

«Los muchachos o vienen campeones o subcampeones en las competencias en las que participan. Eso pese a cómo están practicando ahorita», comentaba Marisol Alcalá, quien tiene a su hijo en la escuela de Rojas.

Mientras la escuela espera por la mano de las autoridades para conseguir un espacio idóneo en el cual entrenar como es debido, los muchachos de Rojas brillan con fuerza propia en todas las categorías, haciéndose notar como óptimos representantes del estado Anzoátegui.