Desde este domingo se retomaron las evacuaciones de miles  de civiles y rebeldes del este de Alepo y complejo acuerdo de intercambio de personas, luego de que dos ceses del fuego se desmoronaran y frustraran la operación.

Autobuses y ambulancias entraron en las poblaciones de mayoría chií de Fua y Kefraya controlados por las fuerzas gubernamentales y asediadas por el grupo rebelde yihadista el Frente de la Conquista de Levante (exfilial siria de Al Qaeda), para trasladar a las personas.Hace unos días el acuerdo se puso en riesgo, luego de que varios autobuses que estaban listos para la evacuación en la provincia vecina de Idlib fueran incendiados, pero estaban vacíos, por lo que nadie salió lesionado, según reportes de medios estatales sirios.

Muchos en el este de Alepo esperan con urgencia que el acuerdo se mantenga para que finalmente puedan huir. Las últimas dos noches, con temperaturas bajo cero, algunos residentes durmieron en las calles o en edificios bombardeados, debido a que no querían dejar los puntos de recogida a la espera de que las partes continuaran con las conversaciones.

Nuevo  trato
El sábado se logró llegar a un acuerdo después de casi dos días de negociaciones, como dio a conocer Osama Abazid de la alianza rebelde conocida como el Ejército Libre de Siria. Pero se exigieron intercambios entre las autoridades, así como de aquellos leales al régimen del presidente sirio Bashar al-Assad, incluyendo grupos de milicianos iraníes, serán evacuados desde áreas controladas o cercadas por los rebeldes.

El principal obstáculo para la salida de los civiles era un desacuerdo sobre el número que debían ser evacuadas de Fua y Kafraya, hasta que se acordó que serían 1.500 personas de Fua y Kafraya; mientras que Teherán reclama la salida de 4.000 individuos.