El mandatario de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, afirmó este martes que la empresa brasileña Odebrecht «se tiene que ir» de su país, luego de revelarse que entregó sobornos a funcionarios peruanos entre 2004 y 2015.

«Tienen que irse, se acabó», declaró Kuczynski tras señalar que a pesar de estar a cargo de grandes obras, Odebrecht, «lamentablemente tiene esta tara (defecto) de la corrupción.»

El gobernante consideró que antes de vender su participación en los diferentes proyectos que ejecuta en el país, Odebrecht tiene «que llegar a un acuerdo con la Fiscalía», que investiga las denuncias de corrupción.

Aseguró que la empresa brasileña tiene muchos de sus grandes proyectos en Perú y, sin embargo, hasta el momento solo se le ha impuesto «una multita» de unos diez millones de dólares.

«Qué vergüenza», enfatizó al comparar esa suma con los cientos de millones de dólares que la empresa ha aceptado pagar en Estados Unidos, a pesar de que ahí solo manejaba pocas obras.

«Aquí nosotros somos las víctimas de esto», remarcó antes de señalar que, para intentar una compensación, ordenó que se ejecute el cobro de 262 millones de dólares establecido en el contrato firmado con el consorcio encargado de construir el Gasoducto Sur Peruano, que encabezó la brasileña Odebrecht, por incumplir con esa obra.

Represalias
El ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo, habría anunciado el lunes que el Gobierno de Perú había resuelto terminar la concesión debido a que el consorcio encargado no cumplió con demostrar que tiene la financiación necesaria para terminar la obra del Gasoducto. «La empresa seguirá dirigiendo sus esfuerzos, para que dicho proceso se realice de forma adecuada, respetando el contrato firmado y mitigando los impactos para la Macro Región Sur del país», agregó Odebrecht.

Nueva medida
El gobernante enfatizó que cree «que a pesar de que sin duda habrá una demora, el Gasoducto del Sur es una realidad».