Más de 700 personas resultaron heridas en un terremoto de magnitud 6,4 que asoló la noche de este domingo la provincia de Kermanshah, en el noroeste de Irán, informó el Servicio de Emergencias de ese país.

Según un comunicado de Emergencias difundido en la televisión estatal, el último recuento de víctimas es de 716 heridos, de los que solo 33 continúan hospitalizados.

El gobernador de Kermanshah, Hushang Bazvand, explicó a la agencia oficial IRNA que la mayoría de los heridos fueron atendidos en el lugar del seísmo.

Bazvand señaló, además, que no hay problemas en la zona con el suministro de agua, luz y gas, mientras que el ministro de Comunicación, Mohamad Yavad Yahromí, indicó que la red de telefonía funciona con normalidad

La Organización de Socorro de Irán y la Media Luna Roja enviaron a la zona varios equipos de ayuda y médicos, así como perros rastreadores, y han distribuido más de 14.000 tiendas de campaña entre los habitantes.

Las autoridades anunciaron el cierre este lunes de todas las escuelas y universidades de la provincia de Kermanshah, donde esta jornada se produjeron otros dos sismos de 5,2 y 4,6 grados.

Según el Centro Sismológico de Irán, el movimiento telúrico se registró a las 20.07 hora local del domingo (16.37 hora GMT) a 45.7 grados de longitud y 34.38 grados de latitud, y a una profundidad de siete kilómetros.

Tuvo su epicentro a 17 kilómetros de la localidad de Sarpol Zahab, donde causó el mayor número de heridos, y a 18 kilómetros de Qasr Shirin.

Esta zona sufrió hace un año, el 12 de noviembre de 2017, un devastador terremoto de 7,3 grados de magnitud, en el que murieron 620 personas y más de 12.000 resultaron heridas.

La mayoría de la población de Sarpol Zahab sigue viviendo en tiendas de campaña y viviendas prefabricadas ya que los edificios están en proceso de reconstrucción.

Una vecina de la zona, la agricultora Farideh Irandust, dijo anoche por teléfono que el temblor fue “horrible” y les obligó a salir corriendo de su casa para refugiarse en la caseta del patio en la que vivieron todo este año hasta terminar hace tres semanas la reconstrucción de su hogar.

Irán tiene una gran actividad sísmica. Los terremotos más graves hasta la fecha se produjeron en diciembre de 2003 y en junio de 1990, cuando perdieron la vida 31.000 y 37.000 personas, respectivamente.