Trece países de Latinoamérica debaten desde el jueves en Quito sobre la urgencia de buscar financiamiento internacional para atender a cientos de miles de migrantes que huyen de la crisis en Venezuela.

«Nos urge articular propuestas y acciones concretas, efectivas, innovadoras para gestionar, obtener y canalizar los recursos y el apoyo técnico y financiero de agencias multilaterales», dijo el canciller ecuatoriano José Valencia en la inauguración de la segunda cita regional técnica sobre migración venezolana.

Señaló que «la ausencia de un estatus migratorio y laboral» vuelve a la migración venezolana «altamente vulnerable a la trata de personas, al tráfico ilícito de migrantes, a la explotación laboral, la extorsión, el abuso sexual, el reclutamiento a actividades delictivas, la discriminación y la xenofobia».

A la cita, que se extenderá hasta el viernes, asisten representantes de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.

En la reunión, que se realiza en el Palacio de Najas, sede de la cancillería ecuatoriana, participan además Eduardo Stein, enviado especial de la ONU para el éxodo venezolano, y delegados de naciones como Estados Unidos y de Europa que asisten como observadores.

Stein señaló que la «urgencia de soluciones» se da en un momento en el que «los presupuestos nacionales se encuentran al límite, en donde los servicios públicos están saturados y en donde empiezan a surgir resentimientos en algunas de las poblaciones receptoras de migración venezolana».