La tormenta tropical Otto, que se formó este lunes sobre el suroeste del Caribe, se fortaleció ayer con vientos máximos sostenidos de 70 millas por hora (110 km/h) y está a punto de convertirse en huracán cerca de Costa Rica y Nicaragua.

En su boletín de las 12:00 GMT, el Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. (NHC) indicó que Otto, el cual probablemente sea la última tormenta de esta temporada de huracanes en la cuenca atlántica, se mantiene «estacionaria».

Otto se halla a unas 225 millas (360) kilómetros al sureste de la isla de San Andrés (Colombia) y a 335 millas (495 kilómetros) al sureste de Bluefields, en Nicaragua. Los científicos del NHC, con sede en Miami, advirtieron que la tormenta experimentará un «fortalecimiento adicional» en las próximas 48 horas, por lo que se espera que se convierta en huracán.

La depresión dejará intensas lluvias de entre 7 y 15 centímetros hasta el miércoles en las islas de San Andrés y Providencia y porciones del centro y oeste de Panamá y el sureste de Costa Rica.
En esta temporada de huracanes en el Atlántico, que comenzó el pasado 1 de junio y concluye el próximo 30 de noviembre, se han formado 15 tormentas tropicales, de las que seis se han convertido en huracanes: Alex, Earl, Gastón, Hermine, Matthew y Nicole.

Tragedia
Por otra parte, al menos cuatro muertos, un desaparecido, medio centenar de viviendas destruidas, suspensión de clases e interrupciones en los aeropuertos causó hasta ayer la tormenta tropical Otto, anunciaron las autoridades de Panamá. La tormenta Otto afecta a todo el país, por lo que la alerta amarilla (movilización) se extendió a nivel nacional, explicó el director del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), José Donderis, quien coordina las operaciones de emergencia en el país centroamericano.