Fue macabro el susto que se llevaron habitantes de la calle 3 de Los Potocos, cuando pasaron cerca de una casa y hallaron el cadáver de un hombre.

La víctima que yacía en el frente de la casa era el del vigilante José Ángel Cheremos (40), natural de Onoto, municipio Cajigal.
El hallazgo lo hicieron unos obreros del terreno que siembran ajíes o lechoza. Cheremos era el único que custodiaba el lugar. Residía en la calle 4 del mismo sector rural barcelonés.

El lugar fue custodiado por Polibolívar hasta la llegada de la División de Investigaciones de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). El cuerpo fue enviado pasadas las 10:00 am a la medicatura forense en Barcelona. Le observaron sendos golpes con objeto contundente en la cabeza y la espalda.

Vigilancia
Tomás Seijas, hermano de la víctima, dijo que el hombre solía vigilar el terreno por espacio de hasta cuatro días. El lugar estaba a una calle de su vivienda. La última vez que lo vieron con vida, declaró Seijas, fue el sábado, cuando un primo lo visitó al terreno.

Los trabajadores les avisaron a los parientes de lo sucedido y estos confirmaron lo peor. Dijo que la comunidad conocía mucho al occiso y era bastante apreciado en ella. Cheremos llevaba dos años viviendo en Los Potocos, luego de haber dejado Onoto.
El difunto siempre había trabajado con Seijas en labores de vigilancia en otras zonas. Los homicidas están sin identificar.

Robo
Los parientes desconocen si lo mataron en medio de un robo. Según dicen los hurtos están a la orden del día por el sector.
El cuerpo estaba maniatado al ser encontrado.

Juan Afonso