El presidente brasileño, Michel Temer, pidió que concluya «cuanto antes» el juicio que establecerá si hubo irregularidades en la financiación de la campaña de 2014, que puede sacarlo del cargo y agravar la crisis política del país. «Cuanto más rápido se juzgue, mejor para la estabilidad política del país», declaró Temer en una entrevista con radios regionales, en referencia a un proceso que investiga la financiación de la campaña de la fórmula que, como candidato a vicepresidente, integró junto a la exmandataria Dilma Rousseff, destituida en agosto de 2016.

En el proceso, que se tramita en la justicia electoral, se analizan denuncias de supuestas inyecciones de dinero originado en la trama corrupta de la estatal Petrobras a la campaña de Rousseff y Temer, que asumió el poder tras la caída de la mandataria, responsabilizada por el Senado de irregularidades en el manejo de los presupuestos. El juicio fue suspendido el mes pasado a fin de escuchar a nuevos testigos y, según el Tribunal Superior Electoral, deberá reiniciarse en las próximas semanas, aunque aún no se ha fijado una fecha. Según dijo Temer, la conclusión del proceso es «importante», sobre todo en momentos en que «la economía mejora», empieza a salir de la aguda recesión en que se hundió en 2015 y se recuperan todos los indicadores, como la inflación, que ha caído con fuerza durante el último año. En opinión del mandatario, cuanto antes se despejen las dudas que existen con relación a ese juicio, «mejor» será para el proceso de recuperación de la «confianza» en la economía brasileña.

Medida
Por otro lado, Temer confía en aplicar este mes su polémica reforma de las pensiones para continuar su política económica neoliberal, en medio de una impopularidad histórica.

Apenas un nueve por ciento de la ciudadanía brasileña aprueba la gestión de Temer, como parte de las encuestas que confirman un descontento social sin precedentes. Aunque todavía no hay fecha de votación en el Congreso, desde sectores cercanos al Gobierno de facto aseguran que será aprobada a finales de mayo. Temer se mostró optimista en conseguir el apoyo de unos 320 diputados, aunque para la iniciativa salir de la Cámara baja para el Senado requiere 308 votos. Sin embargo, fuentes consultadas por Bloomberg indican que aún no tiene el apoyo suficiente.

La iniciativa fue presentada al Legislativo en diciembre pasado y propone los 65 años como edad mínima, tanto para hombres como para mujeres, para acceder a los beneficios de la jubilación, además de imponer la obligatoriedad de cotizar al menos 25 años.

Solución
En caso de que la justicia electoral determine fraude, el mandatario sería destituido y el Congreso debería hacer una elección indirecta para escoger a su sucesor.