Levantándose del suelo tras sufrir un resbalón, y olvidándose de un percance en el tobillo, la estadounidense Serena Williams batió a su compatriota Alison Riske, por 6-4, 4-6 y 6-3 en dos horas y un minuto, para acceder a las semifinales de Wimbledon, por duodécima vez en su carrera.

Serena se impuso a Riske para ganar su partido 97 sobre la hierba de Wimbledon, y situarse a un paso de igualar la ronda del año pasado, donde cedió el título ante la alemana Angelique Kerber.

La lucha entre las dos estadounidenses fue titánica, con Riske, verdugo de la número uno del mundo, la australiana Ashleigh Barty, en la ronda anterior, defendiendo su primera llegada a los cuartos de final en grande.

Pero el resultado sitúa a Serena de nuevo más cerca del que quizás pueda ser el último gran reto de su carrera, igualar los 24 títulos del Grand Slams de la australiana Margaret Court.

Desde que Serena ganó el último de ellos, en el Abierto de Australia en 2017 cuando estaba embarazada de dos meses, el 23 de su cuenta, la menor de las Williams ha tenido cinco oportunidades para igualar el récord de Court.

Pero tras su regreso a las pistas después de dar a la luz y recuperarse cayó en los octavos de Roland Garros, en la final de Wimbledon y del Abierto de Estados Unidos, todos el año pasado, y en los cuartos este año en Melbourne Park.

Ahora se enfrentará contra la checa Barbora Strycova.