Las calles y avenidas principales de la zona norte de la entidad comienzan a mostrar gran cantidad de vendedores informales, quienes como cada año retoman estos espacios para vender sus productos y obtener ganancia por sus ventas, obstaculizando el libre tránsito de los consumidores.
Sin embargo, para muchos de ellos la situación se vislumbra un poco difícil para esta temporada navideña que recién empieza.
Los informales aseguraron que cada semana los precios de la ropa sube, obligándolos a pedir dinero prestado o invertir los pocos ahorros que tienen para reponer productos.
«Todos los días el costo de la ropa aumenta, por eso me fui a Caracas para comprar mercancía antes de que siga subiendo», dijo la vendedora Elena Marcano.
De igual manera, la comerciante señalo que las ventas están muy por debajo, con relación a años anteriores.
Por otro lado, Nelly Guevara expresó que «aún no ha empezado diciembre y ya los buhoneros se adueñaron de las calles, por donde te metas es un caos».

Derecho
El economista Gilberto Román explicó que este incremento en el número de vendedores informales, se debe principalmente a la poca oferta de empleo en el país, lo que obliga a las personas a buscar el sustento de esta manera.
«Ellos están en todo su derecho de trabajar, pero sin pisotear los derechos de los vendedores formales, que son los más perjudicados en estas fechas, ya que sus ganancias se ven disminuidas, causando que no puedan cumplir con el pago de sueldos a sus empleados», indicó Román.
Recordó que son las alcaldías las encargadas de regular los permisos, y destinar un área para que ellos puedan estar sin perjudicar a los consumidores».