A yer monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo fue creado cardenal de la Iglesia Católica por el Papa Francisco.  El cardenal Porras Cardozo fue uno de los 17 purpurados (13 electores y 4 no electores), creados por Jorge Bergoglio en su tercer consistorio y que se incorporan así al Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica.

Este es el tercer consistorio de Francisco desde el inicio de su pontificado en marzo de 2013 y en esta ocasión el pontífice eligió designar con la púrpura a 17 nuevos cardenales procedentes de 11 países de los cinco continentes, en un gesto que relaciona con la «universalidad de la Iglesia».

Ceremonia
La ceremonia, celebrada ayer en la Basílica de San Pedro del Vaticano, comenzó con el saludo del primero de los nuevos cardenales, el nuncio apostólico en Siria, Mario Zenari, quien expresó al pontífice unas palabras de agradecimiento. Posteriormente, el Papa pronunció una homilía en la que criticó la indiferencia y pidió a los nuevos purpurados que «sean misericordiosos».

Afirmó que estas son acciones que se realizan fácilmente con los amigos o las personas cercanas pero recalcó que también hay que ponerlas en práctica con los que llamó «enemigos». «Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman».

Trayectoria
El VI cardenal de Venezuela nació el 10 de octubre de 1944. Obtuvo la licenciatura de Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca en el año 1996; mientras que para 1977 culminó el doctorado en teología pastoral en el Instituto Superior de Pastoral de la misma universidad.

El 17 de septiembre de 1983 el papa Juan Pablo II nombró a Monseñor Porras obispo auxiliar de Mérida y lo consagró como Arzobispo de Mérida el 30 de octubre de 1991.
Baltazar Porras fue crítico del gobierno de Hugo Chávez, hecho que generó fuertes críticas por parte del fallecido mandatario y sus seguidores. Sin embargo, monseñor Porras Cardozo acompañó al entonces presidente de la República en su temporal salida del poder el 11 de abril de 2002.

El nuevo cardenal venezolano también destacó como defensor por la paz de Venezuela. Y es considerado unos de los historiadores más acuciosos de la Iglesia Católica venezolana, así como un prelado muy querido por el pueblo venezolano.